Las políticas empresariales de protección y mitigación de impactos ambientales
A partir de los años 70 y hasta nuestros
días, varias investigaciones han demostrado que el sector empresarial tiene
grandes responsabilidades frente a
la sostenibilidad ambiental de
los negocios y del entorno en general.
Durante la década de los 70 las compañías y las administradoras del
riesgo detectaron los problemas
ambientales generados por la actividad económica de las empresas, y dieron comienzo una nueva etapa en la
gestión administrativa de las compañías, basado en un proceso de aprendizaje sobre cómo hacer bien las cosas, mejorando
sus procesos y métodos de producción e identificando aquellas áreas que
requieren de cambios en su comportamiento ambiental frente a su entorno
territorial y sus públicos relacionados. A partir de entonces, la actitud
de muchas empresas pasó de ser reactiva frente al cumplimiento de las normas y
de mitigación de impactos, a una actitud preventiva y participativa lo que
provocó un cambio cultural respecto al rol de las empresas en la
sostenibilidad.[1]
En los noventa
se implantó el concepto de ecoeficiencia con nuevas medidas para controlar la
contaminación y para redefinir los procesos productivos con el fin de hacerlos
benéficos ambiental y socialmente. A partir del 2001, se inició un nuevo cambio
cultural en las empresas mediante el diseño de los procesos productivos que
desde el inicio contribuyen al desarrollo sostenible. Si bien para gran parte
de las empresas en el mundo la preocupación se debe a que cualquier medida
adoptada para mitigar el impacto ambiental negativo generado por su actividad
productiva incide en las utilidades que se reparten a sus accionistas; son cada
vez más las empresas que además de
contar con sistemas de gestión ambiental
–que generan ahorro y valor – prevén en sus presupuestos acciones de protección
y prevención de contingentes ambientales.
Para Georgina
Nuñez, investigadora de la CEPAL ,
la importancia que reviste el tema ambiental necesita del registro de dicha
información práctica contable y común
relacionada con las transacciones comerciales normales de una empresa. Así como se distingue claramente en una
empresa el costo de venta, de igual forma las empresas debieran ser capaces de
clasificar si los cargos o créditos de las distintas cuentas corresponden a
transacciones relacionadas con el medio ambiente. Es muy
importante para el proceso de toma de decisiones de la propia empresa que
incluye a los accionistas y ejecutivos, además de clientes, proveedores,
autoridades y público en general, conocer los desembolsos que ellas realizan en
materia ambiental, así como sus activos y/o pasivos ambientales.[2]
La relevancia adquirida por la información ambiental
contable y su adecuada clasificación ha llevado a que algunos ya hablen de la
necesidad de un cuarto estado financiero básico, es decir, aparte del Balance
General, el Estado de Resultados y el Estado de Flujo de Efectivo, se propone
un cuarto estado financiero que corresponde al reporte social y ambiental de
las compañías.
De ésta
manera, Georgina Núñez plantea que a través de
las cifras ambientales y financieras relevantes y la información
relacionada con la gestión ambiental en las empresas es posible medir lo que éstas hacen en materia de mejoras
ambientales; sobre el cumplimiento de las normatividades nacionales e
internacionales, y también, la prioridad asignada al tema ambiental en la
gestión empresarial.
Es responsabilidad de las empresas el incluir dentro de sus balances financieros las compensaciones por los daños ambientales que causa su actividad, sin teñirlos de acciones de buena fe comunicados mediante estrategias de responsabilidad social corporativa.
Debe medirse los impactos, y luego, sociabilizarlos, contabilizarlos y compensarlos.
Bienvenidas las mejores prácticas.
[1] NÚÑEZ,
Georgina. La Responsabilidad Social Corporativa en un marco de desarrollo
sostenible. En: Serie Medio Ambiente y Desarrollo. División de
Desarrollo sostenible y asentamientos humanos – CEPAL. Santiago de Chile,
noviembre de 2003. El Sector Empresarial en la Sostenibilidad Ambiental :
Ejes de Interacción. Comisión
Económica para América Latina y el Caribe CEPAL y GTZ. Santiago
de Chile, abril de 2006. Página 25
[2] Ibíd. Página 26
Comentarios
Publicar un comentario